Estimados visitantes, les doy la bienvenida a mi nuevo y primer blog.

He decidido tener un registro de trabajos nuevos y polémicos que se han dado en el desarrollo de la profesión que ejerzo. Por ello quisiera arrojar un poco de luz a las personas que puedan encontrarse en la misma situación en un momento dado.

Espero que les guste.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Sin oxígeno

Richard Hidalgo:

El montañista peruano que en los últimos años ascendió a dos de las cumbres más altas del mundo, tiene como meta escalar las catorce cumbres más altas del planeta.



Sin oxígeno



La ética de Richard Hidalgo consiste en la ejecución del deporte de la forma más natural posible, sin ayuda de oxígeno extra, basando su experiencia en la resistencia, la estrategia y la tranquilidad. Para conseguir esto, Richard ha tenido que prepararse arduamente, definir su plan de avance y adaptar la fuerza de su cuerpo. “Si uno no se encuentra debidamente preparado, el mal clima puede echarlo todo a perder”, afirma el montañista.



“Mi objetivo es realizar estas expediciones con el mejor estilo, nada artificial”



Por: Roger Basauri Castro



Richard Hidalgo, nació un 14 de febrero en la capital (Lima), su niñez transcurrió en el distri­to de Surco, donde entre campiñas, árboles y cerros, jugueteaba como todo niño que vivía muy feliz. En un principio quiso ser piloto por experimentar la sensación de libertad, pero por los azares de la vida no logro ingresar a la FAP, posteriormente quise ser piloto de avia­ción comercial, marino mercante, bróker de seguros, etc.

Debido a la presión de su entorno ejercida por su fa­milia, ingreso a la universidad para estudiar Ingeniería Industrial, pero dos años fueron suficientes para darse cuenta de que eso no era lo suyo. Un día decidió viajar por el Perú y, para solventar sus gastos se cachueleaba en la compra y venta de mercaderías. Las propinas de su madre también sumaban para la causa. Si bien viajaba y regresaba al poco tiempo a la capital (Lima) debido al escaso presupuesto, los viajes le nutrieron de muchas experiencias y anécdotas. Yo creo que fue el preludio para que encontré su ver­dadera vocación: el montañismo.

Se ha propuesto como meta escalar las 14 montañas más altas del mundo (arriba de 8,000 metros sobre el nivel del mar). Hasta ahora ha conquistado dos cimas, el Shishapangma 8,027m. y el Cho Oyu de 8,201m., y no va a parar hasta conse­guir su objetivo, porque en cada una de ellas quiere dejar en alto el nombre del Perú.

Empezó con la pasión del montañismo cuando hace 23 años vio un llamativo anuncio en el periódico sobre un curso de montañismo. Luego, Deci­dió profesionalizarse para ser Guía Internacio­nal de Alta Montaña.

Siendo un montañista certificado como guía por la Unión Internacional de Asociaciones de Montaña, con sede en Suiza. Ini­ció su formación en el Club Andino Peruano y, más tarde, profesionalizó su afición en La Asociación de Guías de Montaña del Perú, en Huaraz.





Ha sido premiado por el Congreso de la Re­pública y el Instituto peruano de Deportes. Asimismo, fue nombrado como el deportista más destacado del 2007 por la revista Somos y el canal Cable Mágico Deportes, no sin antes obtener una significativa nominación al “Pre­mio resistencia 2007”, organizado por la revista Caretas.

Ha escalado varias montañas de los Andes peruanos y ha abierto nuevas rutas. Todas las escaladas las hace al estilo Alpino porque con­sidera que es una manera más ética de alcanzar una cima.

El pasado año del 20 de febrero, como parte del reto que creó el proyecto Andes Challenge, Richard Hidalgo logró sortear con éxito el desafío de ir desde la cima del nevado Vallunaraju en Huaraz hasta la playa Tortugas en menos de 24 horas. Su recorrido duró 20 horas. Hizo el camino escalando, montando bicicleta y corriendo.

Richard es una muestra personificada de vigor y perseverancia. Sin embargo, él afirma que no se cree ni más ni menos por ser el único montañista peruano en haber llegado tan lejos. Por el contrario, cuando conversas con él, su rostro solo refleja ecuanimidad y sobre todo, mucha sencillez.

Mientras conversamos acompañados de su compañero en una heladería de San Isidro, me cuento que su estrategia para ser capaz de desafiar su próximo reto constó en escalar los nevados Coropuna (6.426 m.s.n.m) y Ampato (6.318 m.s.n.m), ambos en Arequipa. Una vez en el Himalaya, el entrenamiento incluirá la ascensión del monte Hinglum, de 7.121 ms.n.m. para continuar con la aclimatación que le permitirá hacer cumbre en el Everest, la montaña más alta del mundo (8.848 m.s.n.m).

¿Cuál es el truco? Controlar la mente para ser capaz de guardar la calma ante momentos de tensión, afirma Richard. Y aunque suene difícil, no hay duda que para él esto le resulta más fácil que a cualquiera.

Una de las cosas que me dijo Richard, muy a parte de sus anécdotas es que esta al 100% seguro de saber qué es lo que desea, es un hombre de grandes metas.

Unos tres ejemplos para tomar en cuenta de este gran deportista: “todo un símbolo de orgullo nacional”

¿Podrías vivir sin hacer montañismo?

No. Si a los 70 u 80 años no tengo el mismo físico o ritmo que ahora, igual lo seguiría ha­ciendo. No concibo mi vida sin este deporte. Sé que para escalar se requiere un continuo trabajo con la mente.

En la mente está todo. La perseverancia y la decisión están ahí. Pero también hay un pun­to en que uno dice hasta acá no más, no voy a arriesgar mi vida. Si te mandas, sabes que las consecuencias pueden ser mortales.

¿Recuerdas alguna anécdota?

El año pasado, cuando estaba tratando de es­calar una montaña, había un frío tan intenso y un viento tan fuerte que solo con sacarme un ratito el guante para ponerme otro más grueso, me di cuenta que no sentía mis manos. Sentí desesperación y miedo. Porque si no sientes tus dedos, no puedes sostenerte y piensas que te puedes caer.









¿Cuál es el motor que te impulsa a seguir?

Quiero ser el primer peruano en llevar la bandera nacional a la cima del Everest. Eso lo tengo claro. Si no tienes objetivos, todo lo que puedes querer se puede venir abajo. Las metas hacen que uno se sienta motivado y lleno. Para mí, lo más complicado es conseguir el presu­puesto necesario y el auspicio de distintas em­presas.

Hoy en día, como guía de montaña, Richard ha podido apreciar la popularidad entre los turistas extranjeros que practican este deporte en las cordilleras y montañas del Perú; sin embargo, el grupo de montañistas nacionales aun no es muy grande, a pesar de que el Perú es uno de los países mejores dotados para la práctica de esta actividad, dada su especial geografía.

Es ésta la razón, tal vez, por la que el empresario peruano desconfía aun de este deporte, y la búsqueda de auspi­cios para alguien como Richard puede resultar una dificultad.

Ante esto, Hidalgo me comento cómo otros países latinoamericanos, no tan beneficiados en recursos naturales para el montañismo como el Perú, reciben financiamiento estatal, obteniendo así un importante apoyo para la reali­zación de expediciones. Actualmente, INNOVAPUCP es uno de sus principales auspiciadores.






Heladería de San Isidro, instantes de la conversación.






En el nevado Yanapaccha, Cordillera Blanca (Huaraz, Perú)



Fuente: Victor Medina Correo:
medina.victor.hugo@hotmail.com

Escena - Lugar: Heladería de San Isidro

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